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BEGOÑA DEL TESO | Entrevistas en cuarentena

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Practico el baño diario en el mar, esgrima deportiva, medieval y espada ropera. Me preparé para ser traductora porque adoro los juegos maléficos a los que te invitan los idiomas. Por mi camino se cruzaron el Cine, las Motos, los toros y unos cuantos medios de comunicación. Insisto en mis estudios de alemán porque adoro la ciudad de Berlín. Géminis y por lo tanto felizmente esquizo, lo mismo colaboro con el Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia que con la Semana del Cine Fantástico y de Terror de la misma ciudad muy noble y leal.

Practico el baño diario en el mar, esgrima deportiva, medieval y espada ropera. Me preparé para ser traductora porque adoro los juegos maléficos a los que te invitan los idiomas. Por mi camino se cruzaron el Cine, las Motos, los toros y unos cuantos medios de comunicación. Insisto en mis estudios de alemán porque adoro la ciudad de Berlín. Géminis y por lo tanto felizmente esquizo, lo mismo colaboro con el Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia que con la Semana del Cine Fantástico y de Terror de la misma ciudad muy noble y leal.

¿Cómo ha sido tu proceso de adaptación al encierro? ¿Dónde estás?

Bueno, perdóname, a mí no me encierra ni dios, puedes ponerlo como te dé la gana. Todos tenemos nuestras formas de escaparnos, la palabra encerrada me parece de tiempos muy dictatoriales. Lo que más me extraña es con qué sumisión y con qué miedo se ha cogido este arresto domiciliario. Una señora en la cola del pan me dijo: “Esto nos ha servido para reciclar nuestros prioridades”. Si para que usted sepa cuáles son sus prioridad necesita una pandemia cada cien años, la hemos jodido.

Estoy en mi casa, rodeada de todas las criaturas que me fascinan: mi primera moto, las cenizas de mi madre, del perro que más quise, del gato, vampiros por todas partes, un capote de torero etc.

El Festival de Cine y DDHH donostiarra iba a celebrarse entre el 24 de abril y el 1 de mayo. Al final ha sido otro evento cultural caído en este 2020, el año que no fue.

Cuando pensamos que iban a ser 15 días creímos “qué bien, no nos toca”, pero enseguida nos dimos cuenta de que sí. Al irse al carajo todos los grandes festivales, empezando por el de Málaga, las distribuidoras no cedían sus películas para que se estrenasen a lo grande en Donosti. Así que en estos momentos está cancelado, como pone en su comunicado oficial. No sé si de repente se levantará la cancela (risa irónica) pero si no tendremos que esperar al 2021. ¡Todo va a pasar en 2021!

¿Algún otro plan (laboral o no) que hayas tenido que posponer?

El Festival de Cannes, que intentó resistir diciendo que nunca dejará de hacerse. Se hizo hasta en mayo del 68, con esa gloriosa chulería francesa. Al final se aplaza. Pero hay cosas que te dan la medida de lo terrible que es la Historia. Cuando cerraron las salas de cine nos pasó por alto, al fin y al cabo somos una especie de gentucilla; pero cuando se suspendió la liga dijimos “Hostia que esto va a en serio”.

También se han cancelado mis planes de irme a San Isidro y una escapada de un día para ver la Expo de Drácula en Madrid, que se pospone. Francamente, una ciudad tomada por el virus, con el conde Drácula sobrevolando las farolas en banderines publicitarios, me parece una imagen gloriosa. (risas)

En cuarentena continúas trabajando en diversos medios. ¿Qué estás haciendo y cómo lo estás llevando?

Mantengo mis entrevistas diarias. No hacemos crítica de cine porque no tenemos estrenos, en la web meto algunos artículos de películas raras que me voy encontrando por las plataformas y tengo mi columna en Zabalik.

Casi siempre hemos trabajado desde casa, lo que pasa es que nos gusta pasear por las redacciones, ir de vez en cuando, hablar con la gente, mirar los ordenadores, esperar hasta la medianoche a que salga el periódico del día siguiente. Pues eso lo hemos perdido. Se necesita el contacto humano, las redacciones huelen a papel, huelen a noticia, huelen a gente currando. Las redacciones y todo: los bares, los polideportivos..

¿Qué opinión te merece esta crisis sanitaria? Respuesta vírica.

Tenemos que tener un respeto máximo a los muertos y a la gente que ha perdido a su gente, pero me parece que representa muy bien lo debilitada que está esta zona del mundo y nuestra incapacidad para aceptar que tenemos que morir. 6 millones de niños mueren de diarrea todos los años. A los africanos el coronavirus les importara un carajo porque saben que se van a morir de malaria, de diarrea, de hambre, de sed o por las guerrillas musulmanas.

Me parece que el bicho está diseñado como a ningún villano de cómic se le hubiese ocurrido diseñar. También creo que no hemos hecho ningún caso a otros virus porque no nos tocaban a nosotros. ¿Qué decir del sida?

Citando a Bruno Ilo, en el mal llamado tercer mundo la pandemia es nuestro estilo de vida.

Exactamente. El otro día entrevistaba a un chico que está en Bolivia. En San Ignacio de Moxos, cuando te diagnostican un cáncer te empiezas a despedir de la vida y de tu gente, allí ni te planteas la quimio, ni la radio, ni te proponen que te pongas una peluca cuando te estés quedando calva, porque antes de quedarte calva te has muerto.

¿Qué será eso de la ‘nueva normalidad’?

Hay dos opciones: o nos cambian totalmente la forma de vivir o al año y medio nos hemos olvidado. No confío excesivamente en el ser humano (es recíproco) y no quiero pontificar. Pero vamos, si todo va bien, en 2021-2022, los que hayamos sobrevivido y los que no hayamos perdido a nadie, estaremos haciendo las mismas tonterías que siempre hemos hecho.

Una cosa más, no sé dónde puedes meterlo, pero habría que empezar a recapacitar por qué los países dirigidos por mujeres están saliendo de esta crisis y la han vivido mucho mejor: Finlandia, Nueva Zelanda, la propia Alemania de Merkel.

Eso recuerda a The Feminist. A Swedish Inspiration, documental del Festival de DDHH 2019 sobre la política Gudrun Schyman.

¡Ay, sí! Qué maravilla, qué peliculón y qué tipa. Habría que saber qué está haciendo ahora (risas).



Sin cultura no hay futuro, ¿pero qué futuro le auguras al sector cultural en este estado?

Estoy dada de alta en la seguridad social en algo que hace tiempo se llamaba “Excéntricos, artistas y caricatos” y que luego se transformó en “Artistas y toreros”. Siempre nos hemos muerto de hambre, antes no nos dejaban ser enterrados en la zona cristiana de los cementerios y nos dejaban dormir justamente a la luna de Valencia, porque los plateros no podían entrar después de que se cerraran las murallas.

A pesar de todo, seguiremos batallando. Les importamos un carajo, aunque luego todos hacen uso de alguna cita de algún poeta o pelicula para defender sus teorías político-sociales de encierro. Nos utilizan y luego nos aplastan.

Corona Tips: ¿De qué manera estás llevando la cuarentena?

No estoy encerrada, eso seguro. Yo me escapo, conozco las casas secretas de mis alrededores, sitios con escaleras para hacer ejercicio, hago esgrima en casa. Me joroba la imagen de que todos somos felices, porque luego resulta que la verdad que la gente no puede concentrarse, el músico no tiene inspiración.

Reivindico el derecho al miedo, al susto, a la tristeza, a todo eso. Odio a  los coach, o como se llamen ahora. Un coach personal para decirte: “Sigue adelante y practica mindfulness”. Pues no,  tío. Déjame, quiero llorar, tengo miedo, estoy pensando. Punto. Y no tengo ganas de salir al balcón a cantar pajaritos. Tampoco entiendo qué daño le puedes hacer a alguien mientras estés tú sola, me parece ridículo el miedo que nos han metido a todo. Reivindico el miedo, pero no al coronavirus sino a las sombras.

¿Un poco de cine para la vida?

Esto nos ha dado la oportunidad de hacer una especie de slow cinema, en el cual tú puedes buscar lo que quieres, puedes sorprenderte, no dependes de los grandes estrenos, encuentras cosas que nunca hubieses visto.

Recomiendo un documental excepcional, que se llama Ex libris, 197 minutos en la biblioteca pública de Nueva York. También La ciudad oculta de Víctor Moreno, que va por los subterráneos y alcantarillas de Madrid con un juego de luces y cámaras increíble. Y de pronto, en la oscuridad de esos túneles, aparece una lechuza como la de Harry Potter.

Lo que recomiendo en general es atreverse. No ir a ver el último estreno sino buscar más allá, un tratamiento distinto de las historias. Otro ejemplo es Finsiterrae, sobre dos fantasmas que están aburridos de su no vida y van desde Polonia a Compostela. Es un alucine absoluto, rodada en ruso y dirigida por el catalán Sergio Caballero, fundador del festival de música Sónar.

Para terminar: pide un deseo.

Salir de esta no demasiado herida, pero sabiendo que sin cicatrices no hay pruebas de haber vivido.

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