Plágaros aterrizan en la escena como una rara avis de talento incontenible, como una pareja de creadores heterodoxos con un lenguaje propio y una historia que contar. Su disco es la cristalización de esa historia, un fascinante catálogo de sonidos y canciones que abren la puerta a un universo desconocido. El universo de Plágaros.
No es muy habitual, pero a veces uno se encuentra con música de raíz esquiva, que suena como si siempre hubiese estado ahí y, al mismo tiempo, como algo completamente avanzado que no se sabe si viene del pasado o del futuro. Música que es, ante todo, obra de un artista, de un creador que no busca su sitio observando lo que hacen otros a su alrededor, sino que cultiva todas sus influencias y sus referentes para crear algo despiadadamente personal. Y lo cultiva dentro de sí, generando una música imponente, fiel a ese inquebrantable espíritu artístico.
Uniforms. La historia de Uniforms comienza allá por 2017, en Andalucía. Pan Castellano (batería) y Natalia Spingel (guitarra) empiezan a hacer música juntas sin tener demasiado claro su estilo, pero comparten su afición por los sonidos noise, shoegaze, psicodelia, garage y rock en general.
Su particular sonido e identidad suma cada vez más seguidores –no hay más que ver su videoclip “Gris” para entender a qué nos referimos-. Los directos siderales de «Polara» ya han magnetizado festivales como BIME, Monkey Week, Tomavistas, Bilbao BBK Live, Madrid Es Ruido, Ebrovisión… y un hipnotizante etcétera.
