HÂMAÏKÁ toquetea la ficción y la realidad, de forma poco seria, empujándonos a mirar. Cuando se mezcla ficción y realidad, aparece la magia, la magia tiene truco, y es este truco lo que no se quiere mostrar, se supone que sí lo muestras mata la ilusión, pero la ilusión muere por falta de imaginación.