Si hay alguna definición de culo-inquieto en alguna enciclopedia de aquellas de papel, de llevar la foto de Kiko Veneno al lado. Tras romper el tablao con Veneno, su primera banda junto a los hermanos Amador, allá por los 70, no ha parado de cambiar e ir abriendo camino en la fusión de sonidos y renovaciones del flamenco, rumba y otras sonoridades sureñas.
En 2019 sacó un pepino como Sombrero Roto y fichó para producirlo a Bronquio, un veinteañero que hace techno y remezcla a bandas de todo tipo como Califato 3/4 o Le Parody. Una vez más, Kiko adelantándote por la derecha, mientras tu la flipas con Tame Impala. El sábado 16 de enero en Muxikebarri en formato trío.